Las normativas de los fabricantes
Al leer el manual de uso de un vehículo, en la sección relativa al aceite es frecuente encontrar sentencias como "use únicamente un aceite de motor que cumpla la normativa xxxxx (por ejemplo, Volkswagen 507.00, Opel Dexos2, Ford WSS-M2C913 C....). Estas normativas indican ciertos pasos o características que debe seguir el fabricante del aceite para que su producto sea aprobado por el fabricante del vehículo. A veces la normativa se cumple simplemente añadiendo un ingrediente o evitando usar alguno específico, pero en el caso de otras, es necesario seguir otras pautas específicas.
La realidad es que, aunque si bien tienen cierta utilidad de "criba", las normativas de los fabricantes de coches también se han convertido en negocio y una herramienta de marketing, que atiende más a razones comerciales que a técnicas. No es difícil encontrar recomendaciones de aceite para un motor, que cambian cuando ese mismo motor lo monta otra marca. De hecho, incluso en el caso de motores distintos, y aunque no existan diferencias importantes, si son comercializados por marcas diferentes, es posible que también lo sean las normativas del aceite recomendado.
Cabe decir, que el hecho de que un aceite cumpla las normativas que solicita el fabricante, no lo convierte necesariamente en el mejor aceite que se pueda emplear en el vehículo. Estas normativas únicamente le ofrecen la garantía de que se han seguido ciertas pautas impuestas por el fabricante del vehículo, y que además el fabricante del aceite (o uno de sus proveedores) ha desembolsado una cantidad de dinero para poder mostrarlo.
Si emplea un aceite que cumpla la normativa del fabricante del vehículo, tendrá garantías de haber encontrado un producto en la línea de lo que quiere el fabricante del vehículo, pero en ningún caso será una garantía de estar empleando el mejor lubricante o el más adecuado para su motor.
¿Por qué los aceites especiales es raro que las cumplan?
Se podría comparar a lo que sucede con las recetas de cocina. Es muy difícil seguir al pie de la letra una receta y conseguir un plato con un sabor muy diferente. Para crear algo distinto, hay que apartarse de la receta, y cuanto más se aparte el cocinero, más diferente será el plato elaborado. Al elaborar un aceite sucede lo mismo. ¿Tendría sentido que, siguiendo escrupulosamente las instrucciones de un producto convencional, el resultado fuese un producto muy diferente?
En una visita a las instalaciones de Xenum (fabricante de aceites especiales), le preguntamos a su dueño por qué los aceites Xenum más económicos muestran normativas de fabricantes, y sin embargo sus mejores aceites (los especiales) es raro que muestren alguna. Puede ver la entrevista en la siguiente dirección:
https://www.youtube.com/watch?v=emdS2r50Hu0
A partir del minuto 2:00 nos contesta esta cuestión.
Entonces, ¿en que fijarse?
Este artículo no pretende entrar en profundidad, sino simplemente dar una visión general orientativa sobre el asunto a aquellas personas que estén completamente perdidas en la materia. Sin profundizar en detalles técnicos, destacamos tres aspectos importantes en los que fijarse a la hora de escoger un lubricante:
Viscosidad
La viscosidad del aceite habitualmente se encuentra en el frontal del etiquetado, en letras grandes (0W20, 5W30, 10W40...).
La primera cifra numérica indica la viscosidad del aceite cuando está frío, y la segunda, la viscosidad cuando el aceite ha cogido temperatura. Por tanto, un 5w30 y un 5w40 tendrán una viscosidad similar en frío, pero en caliente será más viscoso el segundo.
En el manual de su vehículo se indica que viscosidad recomienda el fabricante emplear en función de las temperaturas externas y el modo de conducción. Grosso modo se podría decir que escoger una viscosidad demasiado baja provoca consumo de aceite y desgaste prematuro, y una demasiado elevada fuerza el funcionamiento de ciertos componentes al tiempo que incrementa el consumo de combustible y reduce el flujo del aceite.
El manual de uso del vehículo es un primer paso para escoger la viscosidad del aceite, pero puede ser necesario cambiar de viscosidad escogida si el motor ha sufrido desgaste o si el estilo de conducción es muy agresivo. En este caso, lo habitual es incrementar la viscosidad en caliente (sin salirse de los recomendados) para compensar de algún modo desgastes y reducir el quemado de aceite.
En ocasiones los fabricantes se dan cuenta de que sus recomendaciones han sido inadecuadas y las cambian, por lo que nunca está de más averiguar cuál es la última recomendación oficial. No sería la primera vez que un fabricante que recomendaba aceite tipo 0W20 ha cambiado su recomendación a 5W30 debido a problemas en localizaciones concretas.
Especificaciones ACEA
Aunque también pueden mostrarse especificaciones API, en Europa las que rigen son las ACEA. Se muestran a modo de letras seguidas de un número. Por ejemplo, ACEA A3/B4/C3-12
La letra hace alusión a un tipo de vehículo o equipamiento:
- A. motores ligeros a gasolina
- B. motores ligeros diésel
- C. Filtro antipartículas FAP/DPF
- E. Motores industriales
y la numeración que precede a la letra indica una clasificación dentro de estos
Relativo a los FAP/DPF, es importante tener en cuenta lo que reduce su vida útil es el quemado de aceite, por lo que es menos perjudicial un aceite no preparado para FAP que no se queme, a un C3 que se queme en grandes cantidades.
Cabe destacar, que en los aceites para moto y quads con embrague bañado en aceite, pueden requerirse características específicas para que el embrague no patine (normas JASO)
El fabricante del aceite
Si la viscosidad y las normas ACEA son las adecuadas, solo queda buscar un fabricante que sepamos que es serio y hace productos de calidad. Un aceite de viscosidad adecuada, con especificaciones ACEA/JASO correctas y de un fabricante serio, será adecuado para el motor, sin importar las normativas de fabricantes de coches que muestre. Ante la duda sobre el producto, las normativas del fabricante del vehículo pueden servir de ayuda.
Resumiendo
Para encontrar un aceite mejor al recomendado por el fabricante el vehículo:
- Hay que dejar a un lado las normativas del fabricante del coche.
- Determinar la mejor viscosidad (5W30, 5W40…). Adecuada al clima, tipo de conducción y estado del motor
- Que las especificaciones ACEA sean las requeridas
- Buscar un fabricante serio y preocupado por la calidad de su producto